Cuando me preguntan si tengo algún pastelero preferido; suelo contestar que varios: Carême, Vatel, Jordi Roca, Paco Torreblanca…
Pero uno de los pasteleros que más respeto y sigo, quizás porque tenemos vivencias similares, es él magnífico Osvaldo Gross.
Su carisma y amor por esta profesión, que emana de cada gesto, de su voz dulce, de su respeto por las materias primas y por la perfección de cada elaboración que realiza, hace que sea tan mágico y magnético admirarlo y verlo trabajar. Osvaldo, se caracteriza por ser uno de los máximos referentes de la pastelería en todo el mundo. Nació en Esperanza, Santa Fe, Argentina. Y desde muy joven comenzó a estudiar Licenciatura en Geoquímica, carrera de la cual se licenció y trabajo durante un par de años en el Laboratorio de Análisis Minerales, de la Dirección General de Fabricaciones. Pero, esta profesión no llenaba el corazón de Gross y fue cuando decide entrar a estudiar pastelería en L’Ecole Lenôtre, en París, Francia, luego siguió perfeccionándose en Alemania, Estados Unidos e Italia. Así fue, como comenzó a desarrollar su gran virtud por el arte de la pastelería, y logrando con ello transformarse en uno de los mejores Chef Patissier.
También, está ligado al mundo de las comunicaciones, siendo jurado de
importantes concursos de pastelería internacional, o también lo vemos a diario,
reposteriando en el programa televisivo del cable El Gourmet
Su perfección por las texturas, colores y los sabores dulces, lo han
llevado a ser protagonista en la cocina
de varios hoteles internacionales, tales como Hotel Park Hyatt Buenos Aires que hoy se conoce como Four Seasons, Grand Hyatt
de Singapur, el Century Hyatt de Tokio, el Regency
Cologne de Alemania, entre otros tantos.
(Fuente: www.tematika.com)
Osvaldo Gross, desde siempre prefirió la cocina dulce, pues lo salado nunca
ha sido de su real interés, es por ello que también se ha dedicado y
especializado para elaborar y deleitar con sus dulces métodos, que resultan perfectos, siendo
estas virtudes las que hoy en día lo destacan como uno de los mejores en su especialidad. Dentro de sus métodos más clásicos en todo el mundo, encontramos la sacher torte
de Austria, el gateau fraisier, las ensaimadas españolas, la célebre selva
negra de Alemania, los alfajorcitos de maicena en Argentina y el rollo de
hojaldre chino, entre otros tantos.
Para mi una receta simple
y perfecta, que la he adoptado con total devoción, es el brownie.
(Fuente: el gourmet)
Te dejo aquí un link para
que disfrutes de una de sus clases magistrales en El Gourmet.
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