Mi Mundo Pastelero

miércoles, 15 de julio de 2015

La Crema Chantilly, el legado del Gran François Vatel

En Paris, bajo el alero de una familia obrera nació Fritz Karl Watel, conocido como François Vatel, el mismo creador de la crema chantilly, y personaje en el cuál se inspiró la Película llamada Vatel.
El Gran Vatel, como lo nombraban los más cercanos, descubrió esta nata montada con azúcar, que hoy conocemos como “Crema Chantilly”, esto luego de mejorar una antigua receta de crema batida, mientras trabajaba como maestro de ceremonias en el Palacio Chantilly. Dicen que fue por casualidad (como muchas veces pasa en la cocina), y como medio de reemplazar las claras de huevo en una preparación. 
Su inquietud por la cocina comenzó cuando trabajaba como aprendiz en casa del repostero Jehan Heverard, pero su oficio se consolidó en manos de Nicolás Fouquet, quien trabajaba en el palacio de Vaux-le-Vicomte, y tras asumir el cargo de Superintendente de Finanzas por el cardenal Marazino, regente de Luis XIV, nombró a Vatel como su maestro de ceremonias.
Su labor como maestro de ceremonias en el palacio, era mucho más que organizar y preparar grandes fiestas, su trabajo era minucioso y muy delicado. Así, lo hizo hasta que Fouquet, fue sacado de su cargo por cometer ilícitos en el reino, y con gran temor por lo sucedido Vatel huyó a Inglaterra, donde se encontró más tarde con Gourville, quién convenció al príncipe Luis II de Borbón-Condé, para que contratará a Vatel en su palacio de Chantilly.
François Vatel,  estuvo durante varios años en el Palacio Chantilly como encargado de las compras y abastecimiento del castillo, todo esto hasta que el Príncipe Condé, decidiera organizar una gran fiesta para aliviar las tensiones que había dejado la rebelión en contra de Luis XVI.  
La fiesta que debía organizar Vatel, debía tener una duración de  tres días, desde la noche del jueves hasta el sábado. En la gala, el maestro de ceremonias (Vatel) debía esforzarse al máximo para elaborar distintos y lujosas presentaciones de menús, y con esto, conquistar nuevamente la confianza del Luis XVI con el reino de Chantilly.
Vatel, se conocía por ser muy perfeccionista, de cocina ostentosa y muy exagerada, donde era más importante el espectáculo que rodeaba la comida, que la comida misma.  Tras esta presión por elaborar el espectáculo de los tres días, Vatel enloquecido por el perfeccionismo de aquel banquete, y tras algunos inconvenientes con los ingredientes del menú decidió suicidarse. Uno de sus ayudantes lo encontró muerto con una nota que decía: “La vergüenza es muy difícil de soportar”.
De este gran pastelero-cocinero nos queda la belleza de su arte, como por ejemplo, el cuidadoso y maravilloso trabajo del caramelo, que sin contar con las herramientas que tenemos hoy, lo trabajaba y moldeaba con la técnica del soplado de botellas.
Además, podemos comentar que fue uno de los primeros “productores de eventos” de la historia, ya que no sólo se preocupaba de las preparaciones, sino también de todo lo que las rodeba, preparando eventos que usaban fuegos artificiales, orquestas, esculturas de hielo y mantequilla.
Esta historia no sólo ha sido plasmada en el papel con el legado de la crema chantilly, sino que también ha sido perpetuada en la película que lleva el nombre Vatel de Roland Joffé, con el actor Gérard Depardieu interpretando el papel principal de Francois Vatel.
Finalmente, historiadores aseguran que Vatel no se suicidó por la presión del evento, que debía preparar para agasajar al reino de Luis XVI, sino, que se quitó la vida por amor, ya que había posado sus ojos en la preferida del rey con quien no podía competir. Pero, nada de esto se ha podido comprobar…



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