Mi Mundo Pastelero

miércoles, 22 de julio de 2015

A veces lo más simple es lo más rico: Avellanitos Chilenos


Acabo de llegar de unas pequeñas vacaciones en la hermosa ciudad de La Serena, y a pesar del cansancio quería comer algo rico, fácil y sin gluten. Así que recordé que hace unas semanas, mi amiga Anabella Grundfeld, de la asociación SlowFood ChilePilgua (*) me hizo un desafío, para el Encuentro de Testeo y Conversatorio de Productos del Bosque Nativo.  Esta actividad se realizó en alianza con Slowfood-Chile y el Centro del Patrimonio Inmaterial de la Biblioteca Nacional de Chile, y mi reto consistió en crear algunas recetas con varios subproductos de la Avellana Chilena Ñefn.                        
Este fruto, proviene del avellano sudamericano o Gevuina avellana mol, que es un árbol de hoja perenne,  dentadas y frutos tipo seco, que en un principio es de color rojo oscuro y a medida que madura se va transformando en marrón muy oscuro, casi negro.
Pertenece a la familia de las macadamias, por lo que contiene varias propiedades nutritivas tales como vitamina A, E, Na, Mg, Ca y P. Según la FIA (Instituto de Investigaciones Tecnológicas, INTEC-CHILE), de esta vaya que crece en el Sur de Chile y Argentina, se puede obtener.
  • Semillas tostadas con o sin sal
  • Harina de avellana entera o desgrasada
  • Aceites comestibles o para usos cosmetológicos
  • Crema de Avellana (símil mantequilla).
Con un sabor propio y peculiar que resalta aún más con el tostado, estos versátiles frutos permiten elaborar varias preparaciones, tanto dulces como saladas. Mi idea con estas avellanas fue hacer productos simples y sin gluten como: galletas, alfajores, bizcochos, crumble de manzana, entre otros. Todo lo que cociné tuvo buena crítica, pero lo que se llevó los aplausos fueron unos pequeños bocaditos, que de tan simples te aseguro que serán desde ahora tus preferidos. ¿Cocinamos?


AVELLANITOS CHILENOS – (16 bocaditos)
INGREDIENTES
  • 1 clara de huevo mediano
  • ¾ tazas de harina de avellana chilena (**)
  • ½ taza de azúcar flor (***)
  • ½ cucharadita esencia de vainilla
  • Azúcar flor extra, para espolvorear


PASO A PASO DE LA PREPARACIÓN

1. Hacer Mise en Place: Encender el horno a temperatura moderada (180°C); colocar un papel mantequilla sobre una placa y rociar con aceite vegetal; medir y pesar todos los ingredientes. 

2. En un bol, unir la avellana con el azúcar flor y reservar
3. Batir la clara solo un poco, para romper su estructura
4. Verter toda la clara sobre la mezcla de sólidos y la esencia de vainilla
5. Con una espátula, unir todos los ingredientes hasta formar una masa lisa  (pareciera que con tan poca clara nunca se van a unir, pero paciencia!)
6. Hacer un cilindro de aproximadamente 4 centímetro de diámetro, y cortar 16 porciones iguales
7. Toma cada porción, forma bolitas y aplana un poco
8. Coloca las bolitas en la placa forrada con papel mantequilla
9. Hornea hasta apenas dorar (12 minutos aproximadamente)
10. Retira del horno, deja enfriar unos minutos y retira del papel (no enfríes sobre el papel porque se pega).
11. Espolvorea con azúcar flor y a disfrutar!!!

NOTA:
(*) SlowFood ChilePilgua: http://pilgua.cl/http://pilgua.cl
Y por si te preguntas qué significa Pilgua, te cuento que es una palabra mapuche, que significa “bolsa o malla para hacer las compras”.
(**) Si no encuentras esta harina en tu país, esta receta se puede hacer con cualquier fruto seco molido (nuez, almendra, pistacho, etc.) pero el sabor de las avellanas chilenas es único, vale la pena.
(***) Recuerda que si no dispones de azúcar flor certificado, puedes hacerla tu mismo pulverizando azúcar granulada en un molinillo de café (yo le agrego 1 cucharadita de maicena y lo guardo en un frasco hermético).